Resolutivo

Emociones: Individualista en lo que se refiere a sus necesidades personales
Meta: Una nueva oportunidad; un nuevo reto
Juzga a los demás por: Su capacidad para alcanzar las normas establecidas por el resolutivo
Influye en los demás mediante: Las soluciones a los problemas; al proyectar una imagen de poder
Su valor para la organización: Acepta la responsabilidad (no dice “no es mi culpa”); ofrece formas nuevas o innovadoras de resolver problemas
Abusa de: Control que ejerce sobre los demás en su afán de alcanzar sus propios resultados
Bajo presión: Se aparta cuando se tiene que hacer las cosas; se torna beligerante cuando ve su individualidad amenazada o se le cierran las puertas al reto
Teme: El aburrimiento; la pérdida del control
Sería más eficaz si: Mostrara más paciencia, empatía; participara y colaborara con los demás; diera más seguimiento y atención a la importancia del control de calidad

El Resolutivo suele ser una persona fuertemente individualista que busca continuamente nuevos horizontes. Como es extremadamente autosuficiente e independiente de pensamiento y acción, prefiere encontrar sus propias soluciones. Relativamente libre de la influencia restrictiva del grupo, el Resolutivo es capaz de eludir los convencionalismos y suele aportar soluciones innovadoras.

Aunque con bastante frecuencia tiende a ser directo y energético, el Resolutivo es asimismo astuto para manipular personas y situaciones. Sin embargo, cuando se requiere que el Resolutivo coopere con otros en situaciones que limitan su individualidad, el Resolutivo puede tomarse beligerante. Es sumamente persistente para conseguir los resultados que desea, y hace todo lo que está en sus manos para vencer los obstáculos que se le presentan. Además, sus expectativas respecto a los demás son altas y puede ser muy crítico cuando no se cumplen sus normas.

Al resolutivo le interesa mucho alcanzar sus propias metas, así como tener oportunidades de progreso y retos. Como su empeño se enfoca tanto en el resultado final, suele carecer de empatía y parecer indiferente a las personas. Podría decir algo como: “Tomate una aspirina, yo estoy igual” o “No seas niño. Ya se te pasará”.