Durante mis talleres de Design Thinking siempre lanzo la pregunta a los asistentes «Ustedes son Creativos», les pido que levanten la mano y ante la pregunta la duda es inminente, pocos levantan la mano y luego algunos indecisos la quieren levantar pero su mente les dice -«no te comprometas»; el valorarse como un ser creativo es sumamente complejo; en mi opinión, podría ser que el miedo a la creatividad esta presente, e inició cuando en los primeros años de escuela todas tus acciones siempre están sujetos a la observación y a la critica del profesor y compañeros; bien recuerdo cuando en secundaria en el curso de «Geografía» (no se si aun se imparta) nos dejaban como asignación que dibujáramos el mapa del continente americano y hacer la Península de Baja California y el Mar de Córtez con cualquier deformación o error, ocasionaba que la profesora te convirtiera en un hereje ante el grupo y te sentías un villano incluso peor que Hernan Córtez que la dibujó mejor y sin usar el mapa que vendían en la papelería de la esquina. Creo que ese miedo al fracaso nos lo han infundido en todo nuestro tiempo en la escuela y eso aletargó nuestra creatividad (espacios creativos)
La oportunidad que nos da Design Thinking para recuperar el poder de generar ideas y soluciones se basa en el desarrollo de un proceso que nos ayuda a enfrentar de poco a poco el miedo a ser creativo y nos abre la oportunidad de considerar el mundo de posibilidades que existe para cualquier reto o problema. Sin duda, el Design Thinking hace que ese miedo a ser creativo se transforme al tener contacto con gran cantidad de posibles soluciones correctas, que se generar en un trabajo en equipo y en completa libertad de expresar tus ideas y experiencias. Además de la empatía con el usuario, que el proceso obliga a considerar como un mantra, la libertad que se tiene para crear utilizando tu imaginación, tus manos, utilizar cualquier elemento que se integran a tu solución, la poder contar la historia del problema del cliente y visualizar tu solución en un prototipo que expresa los que piensa el equipo, no tiene precio.
Cada sesión de Design Thinking se convierte en el paraíso de la creatividad guiada por un proceso sencillo y sin escalas al destino de la creación y apertura total. De los asistentes dependerá que tan dispuestos son a disfrutar de su total potencial de su pensamiento no lineal para diseñar propuestas de solución tecnológicas y/o sociales. (5 mitos de la creatividad )
JG